Con mucho empeño y paciencia, un niño de Ohio aprendió a conducir viendo tutoriales en Internet. Quería ir a un Mc Donald's para comprarse una hamburguesa con queso y, en lugar de decírselo a sus padres, tomó él la iniciativa aprovechando sus progenitores dormían.

Según informa el medio Weirton Daily Times, el menor cogió a su hermana de cuatro años, se montaron en el coche familiar, arrancaron y recorrieron dos kilómetros hasta llegar al restaurante de comida rápida.

Una vez allí, el niño pidió comida por el telefonillo y los empleados del local pensaron que se trataron de una broma. Cuando comprobaron que realmente el niño sólo se encontraba acompañado de su hermana llamaron a la Policía.

Al poco tiempo, los agentes se personaron en el local, el niño comenzó a llorar y confesó todo.