La fotografía política
que deja el CIS marca el ritmo a uno y otro lado de los bloques electorales. A la derecha, y ante el ascenso de
Ciudadanos, el PP saca la bandera de la prisión permanente revisable.
El propio Rajoy enarbola
desde hace días esa misma bandera, afeándole a Ciudadanos su bandazo en este
tema: "Ni tienen las ideas claras ni los principios muy firmes".
Los de Rivera, que ahora
sí apoyan la prisión permanente revisable, prefieren sin embargo hablarle al PP
de corrupción. "El PP tiene atornillados en
sillas de cargos públicos a personas imputadas en casos de corrupción", señala
Inés Arrimadas.
Al otro lado la pugna de
la izquierda. "El PSOE prefiere que gobierne
el PP antes que gobernar con nosotros", recrimina Pablo Iglesias. Para el PSOE hay dos
problemas: que no dan los números y que, en su opinión, Podemos vive obsesionado
con los socialistas.
Cruce de estrategias en
un año sin elecciones a la vista y con los cuatro partidos a décimas de
distancia en intención de voto directo.