Es mucho más que teatro, según una de las actrices, "es un espectáculo de supervivencia". 'Danzad malditos' es una hoja en blanco porque los actores no saben el papel que interpretarán en cada función.

"Saben qué textos tienen que decir en caso de que ganen o en el caso de que pierdan. Pero no saben si van a ganar o van a perder", explica Alberto Velasco, director de la obra.

Unos artistas que vivían en la pobreza durante la crisis de los años 30, bailaban sin parar hasta que uno de ellos quedaba en pie. El que ganaba conseguía el dinero suficiente para vivir durante un año.

Les ha costado muy poco adaptar esa idea a la actualidad porque el teatro vive tiempos parecidos. "Económicamente, probablemente, nunca nos llegue a compensar porque somos muchos actores y porque el teatro realmente no está remunerado para los actores", asegura Nuria López, una de las actrices.

'Danzad malditos' ha ganado este año el 'Premio Max' al mejor espectáculo revelación, pero ni con ese reconocimiento pueden dedicarse por completo a esta obra. Para Velasco, "entristece mucho porque en España la cultura es lo que menos se quiere".

Aunque se sientan tan poco queridos, hay algo que les obliga a seguir: "el inmenso amor al teatro", según Txabi Pépez, otro de los actores. Gracias a ese amor, el teatro seguirá danzando, sean cuales sean las dificultades.