La construcción podría
comenzar pronto, y los primeros edificios flotantes, el núcleo de una ciudad,
podrían ser habitables en sólo unos pocos años. Al ser flotante, sería inmune
al aumento del nivel del mar por el cambio climático.
"Si pudieras tener
una ciudad flotante, esencialmente sería un país de nueva creación",
afirma el presidente del Seasteading Institute, Joe Quirk, que indica que, de
este modo, se puede crear "una gran diversidad de gobiernos para una gran
diversidad de personas".
Seasteading Institute
fue fundado por Patri Friedman, nieto del famoso economista liberal Milton
Friedman, con financiación inicial del multimillonario y fundador de Pay Pal,
Peter Thiel. Sus planes radicales podrían ver la creación de una nación
independiente que flote en aguas internacionales y opere dentro de sus propias
leyes.
La primera isla está
siendo financiada mediante 'coin offering', un nuevo concepto que está ganando
popularidad en Silicon Valley, en el que el dinero es generado por las masas
mediante la creación y venta de una moneda virtual. La organización sin fines
de lucro espera recaudar alrededor de 60 millones de dólares para 2020 para
construir una docena de edificios.
Las estructuras contarán
con 'techos verdes' cubiertos de vegetación y la construcción utilizará bambú
local, fibra de coco, madera y metal reciclado y plástico. Revelado por primera
vez en enero, los planes han sido aprobados por el gobierno de la Polinesia
Francesa, que ahora está creando una zona económica especial para que la nación
flotante pueda operar bajo sus propias leyes comerciales.
La Polinesia Francesa
está interesada en el proyecto porque el área está en riesgo por el aumento del
nivel del mar. Quirk y su equipo han comenzado una nueva compañía, Blue
Frontiers, que construirá y operará las islas flotantes en la Polinesia
Francesa.