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Los mejores carnavales del mundo

Un repaso a los destinos más populares de Carnaval.

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Hay lugares en el mundo en los que la fiesta forma parte del ADN de sus gentes y de la idiosincrasia de sus calles; ciudades y pueblos donde el disfraz, el baile y la música se hacen con el control de plazas y avenidas una vez al año, dejando a un lado la rutina y la tristeza. Ese momento se acerca y desde Viajestic hemos querido echar una rápida ojeada a algunos de los destinos más populares para disfrutar sin contemplaciones de ese Carnaval quita penas, que consigue subir los decibelios de nuestro planeta de una punta a la otra del globo. En Río de Janeiro nos espera, como cada año, el Carnaval de los carnavales, una fiesta con mayúsculas encerrada en algo más de medio kilómetro de longitud. Más allá de su espectacular sambódromo, nos esperan fiestas privadas y divertidas comparsas callejeras con las que alargar la celebración hasta altas horas de la madrugada. No muy lejos de allí, disfrutaremos del Carnaval del Caribe colombiano en Barranquilla, que arranca a ritmo de cumbia con una llamativa Batalla de Flores. Tampoco nos perderemos el que para muchos es el segundo mejor Carnaval del mundo, el de Santa Cruz de Tenerife, cuya temática se centra este año en el universo de los dibujos animados. Para descubrir el Carnaval más alegre, como se ha venido considerando durante los últimos años, volaremos hasta Veracruz, México, donde quemaremos el mal humor y asistiremos hasta a seis desfiles oficiales. Por último, nos reservaremos el mes de agosto para recordar que esto del Carnaval quita penas no es sólo cosa de los meses de febrero o marzo,  o al menos es lo que piensan en el barrio londinense de Notting Hill, en el que se lleva a cabo la fiesta callejera más colorida del viejo continente. Color, plumas, tambores y, sobre todo, unas ganas tremendas de pasárselo bien son los ingredientes imprescindibles de todo buen Carnaval que se precie aquí y a miles de kilómetros de distancia, porque si algo nos recuerda esta pintoresca fiesta es que las penas se van cantando, como decía la mejor de sus embajadoras. Listen: La vida es un carnaval, Celia Cruz.

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