DICES MUCHO MÁS DE LO QUE CREES
Enséñame tu Twitter y te diré cuánto ganas: el algoritmo que sabe más de ti de lo que te gustaría
Si crees que tu muro es inexpugnable y que no cuentas nada sobre ti seguramente estés equivocado.

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Cuando hablamos de internet, redes sociales e información, a todos nos entran las conspiraciones sobre cuánta información estaremos proporcionando y, sobre todo, si habrá alguien que esté sacándola y usándola de algún modo.
En su momento proliferaban los mitos (o no) del tipo 'Si un agente del CNI estuviera todo el día escuchando tus llamadas, aunque hables de cosas simples, aunque no hables de política, acabará sabiendo a quién votas'. Quizá (sólo quizá) este tipo de creencias hayan quedado algo obsoletas, pero ahora que estamos en la era de la información pública y compartida no parece tan descartable que nuestros datos sean una auténtica mina de oro. Sobre todo los que damos sin ser conscientes de ello.
Todo lo que dice de ti un tuit
Así se demuestra en 'Studying user income through language, behaviour and affect in social media', un completo estudio que analiza precisamente eso: qué información publicamos en Twitter, qué información estamos dando sin ser conscientes de estar dándola y, sobre todo, qué conclusiones podemos sacar a partir de analizar esos datos.
En concreto, este estudio se fijó en una sola red social, Twitter, y apenas se autoformuló una sola pregunta: ¿cuánto dinero gana ese tipo que acaba de tuitear? ¿Podemos saberlo a través de lo que cuenta, de lo que le cuentan o de lo que marca como favorito ante todos sus contactos en dicha red social?
Y vaya si pudieron. En el completo informe, los investigadores estudiaron a 5.191 usuarios de Twitter y más de 10 millones de tuits. ¿En busca de qué? En realidad no sólo se analizaban palabras concretas o su literalidad, sino que el estudio iba mucho más allá: tenía en cuenta parámetros sobre la carga emocional de las palabras, la posible existencia de ironía, el número de seguidores del usuario, el número de interacciones con su entorno...
Los ricos, arriba
Los resultados hablaron por sí solos: según el informe, las personas con una forma de escribir en Twitter más adecuada acababan coincidiendo con las personas con una alta formación y, sobre todo, con una alta cantidad de dinero en el banco.
Pero no se queda ahí a cosa: el informe también reveló que las personas con menos ingresos tienden a perder los nervios antes, así como que las personas con mayor nivel económico suelen hablar de cuestiones culturales bastante más elevadas.
¿Cómo se llega a esto?
Evidentemente, a unas conclusiones de este tipo no se llegan por casualidad ni por arte de magia, sino por eliminación e imitación. Así pues, el primer paso de estos investigadores fue recurrir a los perfiles de Twitter de varios cientos de personas conocidas, tanto bien como mal valoradas económicamente, para comprobar todas sus pautas de actuación en Twitter.
Una vez creados los patrones, bastaba con cotejarlos con los perfiles que empezaban a ser analizados de manera anónima. Y, como pudieron comprobar con posterioridad, los resultados eran extrapolables y había una correlación clara. Cuidadito, pues, con cómo tuiteas.
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