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EL TAMAÑO (DEL ZOOM) NO IMPORTA

Galaxy K Zoom y Galaxy Camera 2: los extremos se hacen fotos

Samsung busca la fórmula perfecta para conseguir un híbrido entre teléfono y cámara de fotos. Actualmente tiene dos productos muy parecidos, pero muy diferentes, con los que intentan lograrlo, Galaxy K Zoom y Galaxy Camera.

Samsung Galaxy K Zoom

Samsung Galaxy K Zoom C115 Samsung

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Actualmente hay pocas compañías en la industria móvil del tamaño de Samsung. Únicamente Sony podría tener tantos tentáculos como los coreanos, que se pasean por el sector de las pantallas, los televisores, los portátiles o, como vamos a ver, las cámaras. Y no son simplemente espectadores, ni mucho menos.

Esto tiene la ventaja evidente de que es posible crear un ecosistema de productos compatibles entre ellos, pero también la ¿desventaja? de que a veces toca competir con uno mismo. Pero en realidad, ser tu propio rival solo es preocupante si hablamos del giro final de guion de una película.

En este contexto, por lo tanto, tiene sentido que Samsung tenga dos productos tan similares como son Galaxy K Zoom (un teléfono con cámara) y Galaxy Camera 2 (una cámara Android con todo menos teléfono). Parecidos, pero no idénticos; como esos superhéroes de Marvel y DC, con los mismos poderes y distinto traje.

Lo que está claro es cuál es el poder en este caso: superfotografía. Da igual si el origen es una mutación o la caída de un meteorito, lo que importa es que tienen megapíxeles (16,3 en el caso de Camera 2 y 20,7 en el de K Zoom) suficientes como para combatir el crimen. Pero no es el único supertruco que guardan en la manga (o en la capa).

Y es que donde realmente destacan es en el zoom. Al fin y al cabo, el número de megapíxeles tiene un alto componente de marketing. El tamaño importa y cuanto mayor sea el número, mejor quedará en el catálogo de la tienda de informática esa para listos. Pero a la hora de la verdad, importan mucho más otros detalles... Como los que capturan ambos terminales. K Zoom se queda en 10 aumentos, que no está mal, mientras que su supercompañero se va hasta los 21.

A esto hay que unir el hecho de que ambos dispositivos funcionan con Android, que aquí haría el papel del supergrupo. En el caso de K Zoom no es nada extraordinario, pero a Camera 2 le da una ventaja muy importante de cara a los fotógrafos amantes de los filtro de Instagram o de matar cerdos entre foto y foto. Si es que hay alguno.

Entonces, ¿tiene sentido la estrategia de Samsung? Sí. ¿Mucho? No. La compañía lanza productos dirigidos a un público distinto y crea imagen de marca, lo cual está bien, pero no deja de quedarse a medio camino entre cámara y teléfono, más cerca de uno de los puntos de partida en cada caso. Camera 2 es una cámara que puede hacer mucho más que la mayoría de sus rivales, pero que se queda por detrás en muchos otros aspectos. No llega a ser una opción para profesionales y tiene un tamaño, un peso y un consumo de batería demasiado elevados para alguien que simplemente quiera documentar unas vacaciones.

Por su parte, K Zoom tiene una cámara y un zoom que apenas encuentran rival en el mercado móvil... y poco más. Los gamas altas están muy por delante en todo lo demás y la gama media puede competir con sensores más modestos y diseños más cuidados.

Ahora bien, si hay una compañía que se pueda permitir este tipo de experimentos, por bolsillo y por tamaño, es Samsung. Al fin y al cabo, Tony Stark no deja de trabajar en el traje de Iron Man.

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