RIESGOS Y PRECAUCIONES CON LAS DESCARGAS
¿Cómo es posible que un inocente juego de dinosaurios te salga por 5.500 euros?
Hace unos días, se publicó una noticia de un niño de 7 años que gastó 5.500 euros a través de un juego de dinosaurios instalado en el Ipad de su padre. Estremecedor. Los juegos sociales llevan aparejada la denominación "social", pero no por ello los hacen más amables e inofensivos que el gambling online tradicional que todos conocemos (casinos, póker, tragaperras, bingo, etc.) destinado a mayores de 18 años. Que tus hijos (y también adultos) vacíen cuentas bancarias no es el único riesgo para este entretenimiento.

Publicidad
Cada vez son más sofisticados, adictivos, realistas, intuitivos e interactivos y pueden ser usados por menores, de forma indiscriminada si no pones medios. No es objeto de este post los cada vez más numerosos informes sobre conductas adictivas a juegos como Farmville, Cundy Crush (“no más invitaciones”) King, los Sims, o Second Live. Imposible no toparse en webs y redes sociales con un anuncio o una invitación para la descarga de estos juegos en tiendas de compra online y tecnología móvil de Google Play o ITunes para todos los formatos: tabletas, Pc,s, móviles. Son una alternativa de ocio y también ayudan a sobrellevar horas de espera, viajes, aburrimiento y momentos de necesidad fisiológica en el baño.
Gratis al principio, caros después
¿Piensas que los desarrolladores invierten su tiempo y su dinero para proporcionarte un juego gratis? Es tan sólo una estrategia comercial que su instalación pueda no tener coste inicial. Te dejan probar el pastel con funcionalidades limitadas porque saben que acabarás “enganchado” en poco tiempo.
Si quieres ganar privilegios (herramientas, superpoderes, comida, vidas, dinero) y niveles de acceso en el juego, deberás pagar por ellos. Es muy posible que estas aplicaciones estén vinculadas a los servicios de pago que utilizan. Si tu hijo puede acceder a ese juego sin ninguna limitación, un inofensivo juego apto para un niño de +3 años puede no ser tan apto para tu ritmo cardíaco.
Esta misma maravillosa estrategia comercial fue usada por los creadores de Whatsapp cuando, en el 2013, 250 millones usuarios tuvieron (tuvimos) que pagar 0,89 euros tras haber integrado este servicio en nuestras vidas. 0,89 deja de ser una cantidad insignificante cuando lo multiplicas por 250 millones de usuarios. Ahora le verás sentido a tanto “altruismo” a las aplicaciones “gratuitas”. Otros, te cobran una cantidad moderada, entre los 4 y los 50 euros, y se aseguran la rentabilidad. Siempre será más barato que 5.500 euros.
¿Sabes con quién juegas?
Llegados al proceso de registro, es hora de escoger una identidad, un personaje y un pseudónimo. Estos juegos o las tiendas que permiten su compra guardan datos bancarios pero no utilizan un sistema de verificación de identidad (ni de edad) de los usuarios. Que estén disponibles en una tienda online de confianza no significa que la persona que se lo descargue lo sea y que lo haga únicamente con fines de entretenimiento.
Muchos juegos sociales permiten la opción multijugador con comunicación entre usuarios mediante chat en línea. Por tanto, estarás conversando y tratando con personas anónimas cuyos objetivos desconoces. Si son oscuros, tratará de obtener información personal, fotos íntimas, para luego pasar al acoso o a la extorsión. También pueden aprovechar estas conversaciones para mandarte enlaces maliciosos que escondan Keyloggers, que recojan las pulsaciones de tu teclado (entre ellas, información de tus passwords, datos personales y bancarios) o la instalación de algún troyano que active de forma remota tu webcam y poder espiar y grabar tus movimientos frente al ordenador.
Esta no verificación de identidad es la responsable también de cargos inesperados en tu cuenta de tarjetas de crédito dobladas o robadas.
Proceso de pago ¡Tengo que alimentar a los dinosaurios!
Para favorecer la compra impulsiva (o como ellos afirman, por tu comodidad), las tiendas de compra online vinculan los datos bancarios a tu cuenta y guardan las numeraciones de las tarjetas y sus claves. Si la instalación es "gratuita", dentro de las autorizaciones que les estás concediendo al juego es la de realizar compras desde tu cuenta vinculada a la tienda de Google o Itunes. Esta “comodidad” continúa durante la partida para que el jugador adquiera utilidades o privilegios así que, si puedes evitarlo, trata de no vincular las cuentas y no guardar las contraseñas.
Para los juegos que se instalan desde tiendas online confiables, o las tiendas de Apple y Google, es poco probable (no imposible) que durante el juego haya códigos maliciosos embebidos o malware oculto. Si la instalación la haces desde webs de dudosa reputación o desconocidas que te ofrecen el juego "gratis", es posible que con la instalación o durante el mismo juego te lleves “gratis” también adware y phishing que te conducen a webs simuladas de realizar los pagos. Lo mismo puede ocurrir cuando tengas que descargarte actualizaciones y mejoras para nuevas interfaces o funcionalidades con un “regalo incluido”.
Como ves, dejar a un menor sin control y sin supervisión en este tipo de juegos en el que se compra con dinero real y se interactúa con perfiles desconocidos le deja expuesto a muchos riesgos. Evítalo.
Publicidad