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INTERNET, CIUDAD CON LEY

¿Un apartamento baratísimo en la playa? No pagues hasta comprobar que existe

Un traslado o unas merecidas vacaciones. No queremos que tengas que andar con tus maletas por la ciudad sin tener un lugar donde dormir. Aquel apartamento por el que adelantaste 1500 euros no existe. Te han timado. Aprende a evitar estos sustos.

Que no te estafen con un bonito apartamento en la playa

Que no te estafen con un bonito apartamento en la playa Tecnoxplora

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Una oportunidad de trabajo que te obliga a mudarte a un lugar lejano o la planificación de tus vacaciones son los motivos principales para iniciar tu proceso de búsqueda vía online de un bonito apartamento. Comodidad, rapidez, pero también, ciertos peligros.

Si buscas entre los muchos anuncios que ofrecen alquileres de piso y apartamentos, puedes encontrar webs dedicadas al arrendamiento de apartamentos, o bien portales de segunda mano donde se publican este tipo de anuncios. Particulares y supuestas empresas camuflan sus chollos entre inmuebles legítimos que, a simple vista, no levantan sospechas.

¿Te interesa el anuncio? Triquiñuelas de los malos
Su reclamo principal es el precio, lo primero que seleccionas y comparas. Alquileres baratos o supuestos chollos que aparecen en los primeros resultados de tu búsqueda. No obstante, y como esta táctica ya es conocida, también emplean cantidades más ajustadas al mercado con los que pasar más desapercibidos.

Fotos atractivas y un buen precio son suficiente reclamo para que contactes con los supuestos propietarios del inmueble o administradores de la web especializada. En unos minutos, recibes un email con un logotipo falso en el que te especifican todas las condiciones. Todo es tan normal que no te hace sospechar.

También se dan casos de webs que pertenecen a empresas legítimas que son suplantadas con inmuebles en alquiler reales y que, únicamente, cambian la dirección de correo electrónico o la información de contacto o acceden de forma fraudulenta a las cuentas de correo electrónico de los propietarios de sitios web de confianza.

En otros muchos casos, las comunicaciones que tengas con la persona de contacto serán vía formulario web, por lo que ni siquiera tendrás un correo o teléfono de contacto.

Cómo identificar el apartamento
Los chollos NO existen. En la Red hay muchas personas que viven del mercado de segunda mano comprando y vendiendo productos ofertados por particulares a muy buen precio. Saben cómo identificarlos y están muy pendientes de estas ofertas por lo que, en minutos, desaparecen de la web. Por lo tanto, es muy difícil que quienes acceden a ese mercado de forma esporádica, den con buenas oportunidades.

El contenido del mensaje es muy importante. Expresiones pobres, poco habituales y faltas ortográficas en tu idioma nativo te pueden poner bajo sospecha.

Que no te estafen con un bonito apartamento en la playa

Formas de pago. Suelen solicitar el pago de dinero en metálico por adelantado, supuestas tasas, depósitos en concepto de fianza o primer mes de alquiler. Es posible que, para dar apariencia de legalidad, te envíen un contrato que, por supuesto, no tiene valor mercantil.

Si contactas con ellos, podrán inventar excusas para que creas que están fuera de tu ciudad o del país. Algunos incluso llegan a simular ser agentes inmobiliarios o a quedar en persona con la excusa de darte las llaves. Hasta que no entres en el inmueble, no hagas tratos. Las llaves falsas valen 2 euros y es muy rentable cambiarlas por tus 700 o 1500 euros.

Qué debes hacer
Que los anuncios estén publicados en webs legítimas especializadas no quiere decir que sean legítimos. Su apariencia no levanta sospechas y los administradores de esas webs no pueden saber, a priori, si son falsos o fraudulentos.

Antes de cerrar ningún acuerdo, lleva a cabo tus propias indagaciones, obligadas si el precio o las condiciones son llamativas.

Corta y pega la foto del anuncio en el buscador de imágenes de Google. Haz lo mismo con el texto íntegro del anuncio y los datos de contacto del anunciante. Si es un fraude, es probable que aparezca en otras publicaciones. Al extremo, usa aplicaciones como Google Earth o Google Streets View; el cambiazo por la panadería te lo evitas.

Si los tiene, léete las publicaciones y comentarios del anuncio y no te creas siempre los más positivos. Tanto si son fraudulentos como si no, la gente a veces postea comentarios positivos de sus propios anuncios para ganarse buena fama.

Si tienes a alguien de confianza, pídele que se acerque a comprobar el inmueble que quieres alquilar. Si no es posible, invéntate que te acercarás o mandarás a alguien para conseguir las llaves y comprueba sus reacciones. A lo mejor tu arrendador ya no está tan decidido a hacer tratos.

No descartes la búsqueda de inmuebles menos económicos ni quieras encontrar algo a tu gusto en horas o en un día. Navega con tranquilidad y compara, averigua cómo está la oferta- demanda por la zona. Particulares y empresas se ajustan a precios razonables. Si un particular publica un chollo, ni te enteras, vuelan.

No pagues por adelantado. Habrá maneras de reservar llave en mano o en el lugar del alojamiento. Si el trato es la entrega de las llaves por adelantado, puede ocurrir que pagues 600 o 1500 euros por una copia de una llave falsa (2 euros), menudo negocio.

Tampoco envíes dinero al extranjero (da igual que el banco sea inglés, holandés o de Ghana) o pagues en efectivo por sistemas como Western Union o Money Gram. Si puedes hacer la reserva a través de webs conocidas con tarjeta de crédito, mejor.

Si finalmente caes en su trampa, debes guardar toda la documentación electrónica de los malos de la que dispongas: emails, anuncios, fotografías del inmueble, datos de contacto, conversaciones y supuestos contratos, y denunciar la estafa en una comisaría. La retención de toda la información que puedas conseguir comienza desde el momento en que te fijes en un anuncio. NO esperes a hacerlo tras el fraude, puede que cuando trates de recuperar esas evidencias ya no estén publicadas. Cuanto más datos consigas de ellos, mejor.

No obstante, sé muy cuidados@ con estos tratos. El dinero que has perdido puede pasar a un segundo plano comparado con el impacto psicológico que tiene llegar a tu apartamento, presuntamente alquilado, y comprobar que hay una panadería. Desde luego, no sería ese el comienzo más indicado para tus vacaciones o tu nuevo trabajo.

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