HIDRÓGENO Y HELIO

Por qué el Sol no se apaga aunque no haya oxígeno en el espacio

Esta estrella da calor y luz a todo el sistema solar, pero el proceso que sufre para lograrlo no es una simple combustión.

El Sol

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El Sol no es simplemente una bola amarilla de fuego que arde. De hecho, en realidad es de color verde. Además, tampoco se quema, ya que en el espacio no hay oxígeno para que se produzca la combustión. Entonces, ¿cómo es posible que siga ahí, dando luz y calor a todo el sistema?

Esta estrella está compuesta, en un 80 %, de hidrógeno. Por tanto, en el Sol no se produce una combustión química; sino una fusión nuclear. Según el profesor de física Christopher S. Baird, esta estrella es, en realidad, como una bomba de hidrógeno gigante, y lo que se ve como llamas o el calor que expulsa es producto de esta fusión nuclear.

Así que se podría decir que el Sol es su propia fuente de energía. Pero, ¿cómo genera entonces luz y calor? Ahí entran en juego los átomos de hidrógeno. Estos pierden los electrones debido a la presión ejercida por la gravedad y, por parejas, se fusionan, formando un átomo de helio.

Después, el helio se junta con otros electrones y forma fotones, que son los átomos que desde la Tierra se perciben como la luz solar. Por tanto, el Sol no necesita oxígeno para realizar sus reacciones químicas y, durante este proceso, libera inmensas cantidades de energía que se experimentan como luz solar, señala Baird.

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