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DESCUBIERTO POR BRITÁNICOS

No todas las hormigas son iguales: las hay optimistas, conformistas y hasta pasotas

Un grupo de investigadores británicos ha descubierto que las hormigas tienen algo que se parece mucho a la personalidad. Y sí, las hay que son optimistas.

Hormigas venenosas

Hormigas venenosasAgencias

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Hasta ahora no había ninguna duda: las hormigas vivían y trabajaban como una unidad en la que el individuo no contaba en las decisiones del grupo. Sólo el cine se atrevió a proponer una hipótesis distinta: en 'Antz', una hormiga con la voz de Woody Allen soñaba con un mundo mejor y asumía los riesgos de luchar por él. Bien, pues el Laboratorio de Hormigas de la Universidad de Bristol asegura ahora que quizá esa película no esté tan lejos de la realidad.

Los científicos no se atreven a hablar de personalidad, pero admiten que no todas las hormigas se comportan igual. Que tienen, por así decirlo, gustos y preferencias: las hay más conformistas y más inconformistas, optimistas y derrotistas.

Lo han descubierto mientras observaban el comportamiento de unas hormigas en la costa de Inglaterra, donde los hormigueros son destruidos con cierta frecuencia. Cuando eso ocurre, las hormigas deben mudarse y es entonces cuando entran en juego las 'no-exactamente-personalidades' de los individuos.

Hay hormigas que se conforman con cualquier sitio que cumpla unos requisitos básicos: oscuridad, una cierta profundidad… Pero hay otras, más exigentes, a las que no les vale con eso: hormigas idealistas que rechazan lo simplemente bueno convencidas, quizá, de que por allí cerca tiene que haber algo mejor. Esa diferencia de caracteres provoca que, durante un breve lapso de tiempo, no haya consenso en la colonia.

Los investigadores han descubierto que, cuando las hormigas tienen que decidir entre dos hormigueros de baja calidad, la disensión es mayor que cuando tienen que elegir entre dos de calidades distintas (uno bueno y uno malo). Según sus observaciones, además, las hormigas más conformistas tienden a arrastrar al conjunto.

Todo esto, que puede parecer una obviedad, es un descubrimiento revolucionario, ya que demuestra que la diferencia de opiniones dentro de una comunidad de hormigas puede condicionar el comportamiento del grupo. Algunas colonias acaban estableciéndose en lugares mejores por la sencilla de razón de que ciertos individuos se empeñaron en ello. En palabras de uno de los investigadores: "para la colonia es útil tener hormigas quisquillosas".

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