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ASÍ INFLUYE EL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA VIDA TERRESTRE

¿Primavera en invierno?

Especies vegetales y animales experimentan cambios de hábitos por la alteración progresiva del clima, que los expertos observan desde hace años.

La floración del almendro depende mucho de cada año

La floración del almendro depende mucho de cada año CIenciaXplora

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En algunos casos aún no puede establecerse una correlación directa entre el cambio de temperatura y estas variaciones, pero en la mayoría, sus efectos ya son visibles.

Garceta grande (imagen a la izquierda)

Es la especie de garza más extendida por el mundo. Con la recuperación de su población en Europa, cada vez más ejemplares se refugian en España en invierno. Suelen habitar humedales o espacios costeros y sus migraciones son de corto recorrido. Los expertos observan desde hace cinco años cómo la garceta grande se expande progresivamente desde la costa del norte de España hacia el interior de la Península por el aumento de la temperatura.

Zarzas y jaras (imagen a la derecha)

En la reserva natural de la Fundación Tormes, en Salamanca, dedicada a la conservación y recuperación de espacios naturales desde hace 15 años, observan cómo las zarzas sacan fruto dos veces, a finales de agosto y en octubre, por temperaturas más cálidas que han retrasado las heladas.

Almendro

Las primeras floraciones se suelen dar a principios de febrero, aunque depende del año. Aún no hay consenso sobre un cambio generalizado de la época de floración de los almendros que pueda asociarse al aumento de las temperaturas, pero sí experiencias que muestran sus efectos. Un grupo de apicultores de Murcia abandonó hace tres años la producción de miel de almendro por el retraso y la alteración continuados del ritmo de la floración, mermando las cantidades necesarias para producir miel.

Cigüeña (imagen a la izquierda)

Es un ejemplo recurrente del cambio de hábitos en la migración de aves. La cigüeña solía criar en España hace cuarenta años. En invierno migraba hacia África hasta principios de febrero, cuando regresaba a la península y podía escucharse aquello de “por San Blas, la cigüeña verás”. Pero esta especie ya no se desplaza apenas en invierno. Los expertos asocian su sedentarismo a que encuentra alimento en los vertederos y agua por el uso de regadío, aunque aún no han establecido una relación directa con el cambio climático.

Mirlo (imagen a la derecha)

Al mirlo le está ocurriendo como a otras especies de aves que no se desplazan en invierno en busca de lugares más cálidos, como el petirrojo o el carbonero. Su puesta, que suele ser a principios de marzo, se está adelantando, haciendo más difícil la alimentación de sus crías por falta de alimento.

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