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ESCALAN POSICIONES SOCIALES A GRITOS

Guerra civil en el reino de los cuervos

Una investigación detalla cómo se relacionan estas aves, que presentan comportamientos sociales antes sólo vistos en humanos.

Cuervo

Cuervo Wikipedia

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No es extaño encontrar habilidades sociales en animales, más bien al contrario, lo raro es no encontrarlas. Todos se relacionan con sus congéneres de alguna forma, aunque sea básica. Lo raro es encontrar comportamientos tan socialmente avanzados como los de los humanos, pero también existen. Y, aunque podría pensarse que lo normal es que sean los primates los que más se asemejen a nuestra forma de actuar, son las aves las que más desarrollada tienen esta forma de comportamiento.

Por ejemplo, la forma en que algunas especies de aves actúan de forma coordinada para poder volar largas distancias, rotando posiciones y moviéndose de forma ordenada, o palomas que tienen distintos liderazgos, aprovechando las capacidades de unos para buscar comida o de otros para tripular en vuelo. Hay aves hastaen el reducido número de dos especies que, además de los humanos, saben bailar (los otros son los elefantes asiáticos), y aves conquistadoras de territorios lejanos.

Pero las más listas del corral de las aves son unas de las que más miedo dan: los cuervos.

No es que sean listos (que lo son, y mucho), es que actúan socialmente de formas que nunca se habían visto en la naturaleza más allá de los humanos. Son capaces, por ejemplo, de reconocer, mantener o discutir liderazgos y actuar en consecuencia.

Una investigación recién publicada en Nature muestra las conclusiones de un grupo de científicos que estudiaron a dos grupos de cuervos en cautividad en los que han observado lo que se ha dado en llamar 'cerebro social'. Es la forma en la que describen su habilidad para relacionarse, con una clara organización social donde los machos son superiores a las hembras y, en cada grupo, un ejemplar domina sobre el resto. Su forma de evidenciarlo es emitir un graznido concreto y único, al que los demás responden con otro graznido de sumisión.

Pero no siempre es así.

En ocasiones otro ejemplar no responde o, sencillamente, responde con un graznido igual al recibido, uno que indica posición de dominio. Lo que viene después es la guerra. Por una parte, el resto de miembros del grupo 'entienden' dicha rebelión y reaccionan con claras muestras de estrés, consistentes en actuaciones compulsivas que pueden llegar hasta a picarse a sí mismos: saben que se acerca una etapa de inestabilidad social, y eso les incomoda. Sin embargo, la reacción no es igual en todos: como su sociedad está netamente dividida entre sexos, estos choques sólo se producen entre ejemplares machos o hembras, y las respuestas de estrés sólo se reproducen entre los de igual género que los 'combatientes'.

Dicho de otra forma: si la 'pelea' es entre hembras, los machos no se estresarán demasiado porque no les afecta tan directamente. Sin embargo, al revés sí hay una respuesta similar. Es decir, si la rebelión es entre machos las hembras también se estresan porque su orden social depende directamente de los machos y, según quién 'gobierne', siendo ellas el escalafón más bajo, puede haber consecuencias incluso en su acceso a la comida.

Porque sí, aquí los líderes también se llevan lo mejor: desde la comida al apareamiento, ser el más fuerte tiene sus ventajas.

El estudio demuestra también que si se aisla a un miembro del grupo y se le lleva cerca de otro, también es capaz de entender esas 'llamadas' de dominio, reaccionando ante ellas. Es decir, el de los graznidos es un código que trasciende una única comunidad para convertirse en una especie de estándar en la especie, con idénticas respuestas y comportamientos. Ahora bien, los propios investigadores advierten de las limitaciones de su estudio porque se ha llevado a cabo en ejemplares en cautividad, lo que podría ser menos representativos.

Hasta que se amplíe el resultado a ejemplares en libertad habrá que mantener pues algunas dudas sobre las habilidades sociales de los cuervos. Aunque si son capaces de resolver problemas de física y, además, hacer snow tan bien quedan pocas dudas sobre que son una especie fascinante.

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