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CALENTAMIENTO GLOBAL

El cambio climático altera el sabor de las manzanas

Un estudio de científicos japoneses concluye que las manzanas son menos ácidas y tienen menos textura, debido a los efectos del calentamiento global.

Manzanas fuji

La variedad de manzana fuji Agricultural Research Service (USA)

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Los efectos del cambio climático ya tienen una consecuencia directa en los alimentos que consumimos. Las alteraciones de las temperaturas o la prolongación de las estaciones afectan directamente en la agricultura. Los cultivos maduran de una manera más temprana y, por tanto, pierden parte de sus propiedades gastronómicas.

Así lo confirma un estudio científico de la Organización Nacional de Agricultura y de investigación alimentaria en Japón (NARO), que determina que la variedad de manzanas fuji, estudiadas durante décadas, ahora tienen menos textura y son menos ácidas a causa del calentamiento global.

Son las conclusiones que se desprenden de los ensayos de cultivo en dos huertos japoneses desde 1970, realizados por parte del equipo liderado por el investigador de la NARO, Toshihiko Sugiura.

Sugiura explica que su estudio demuestra que el cambio climático crea estas modificaciones en el sabor de las frutas, debido a una floración más temprana y a temperaturas más altas durante su maduración.

La investigación de Sugiura también desvela que las manzanas poseen menos firmeza, su concentración de ácido es menor e incluso el corazón de la fruta es más acuoso.

Así, el equipo científico sugiere que todos estos cambios de sabor no solo se verán a largo plazo en las manzanas, sino también en otras muchas frutas, si continúa el actual calentamiento del planeta.

Los responsables del estudio, publicado en la revista Scientific Reports, avisan de que estas modificaciones del sabor tendrán incluso posibles consecuencias económicas para los productores, respecto a la decisión de los consumidores.

En este sentido, aseguran que si las manzanas con diferente sabor no cuentan con el beneplácito del comprador, serán los agricultores los que deberán, en un futuro, cambiar tanto la producción de las variedades de la fruta, como la localización de las plantaciones.

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