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FALTA CO2

Europa se puede quedar sin cerveza en pleno Mundial de Fútbol

La disminución de la producción de dióxido de carbono, imprescindible para la fabricación de cerveza y refrescos gaseosos, podría provocar la carencia del preciado líquido en todo el Viejo Continente, en el que ya se están produciendo las primeras restricciones en la venta.

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Wikipedia Liopardo

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Es una de las bebidas predilectas en nuestro país y, sin embargo, no somos nadie al lado de otros vecinos europeos: mientras que el consumo de cerveza en España ronda los 46 litros anuales per cápita, la media del Viejo Continente se encuentra en los 70 litros por cabeza cada año. Somos unos aficionados. Así, parece comprensible que lo que supondría un problema en España esté adoptando tintes dramáticos en otros puntos de Europa: la cerveza podría acabarse de forma inminente.

La culpa la tiene el dióxido de carbono. O, mejor dicho, la ausencia de él. Debido al cierre de varias fábricas de amoniaco del continente por mantenimiento, la industria cervecera se ha visto ya afectada. Por extraña que parezca esta asociación, lo cierto es que el dióxido de carbono que convierte en gaseosas bebidas como la cerveza o los refrescos es, en realidad, un subproducto del amoniaco empleado para los fertilizantes. Así, estos cierres habrían disminuido la cantidad disponible de CO2 en pleno Mundial, con terribles consecuencias para los amantes de la cerveza.

Sin ir más lejos, en Inglaterra ya se está racionando la venta de cerveza. No obstante, la cantidad aún es más que suficiente para los más amantes de la birra: el límite es de unas diez cajas por persona (unas 300 latas) y día. Sin embargo, el problema es que la situación podría no revertirse hasta el próximo mes de septiembre. Si en Gran Bretaña es donde más se está haciendo notar ya, los efectos en un par de meses podrían ir más lejos.

De hecho, la cervecera no sería la única industria afectada por la falta de dióxido de carbono. Al fin y al cabo, el compuesto también se utiliza para envasar alimentos al vacío e incluso en los mataderos. Así, la industria alimenticia también podría llegar a tener problemas próximamente. Todo ello, coincidiendo con el periodo estival y con un evento global que, como en el caso del Mundial de fútbol, aumenta la demanda de productos como la cerveza.

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