SEGÚN UN ESTUDIO PUBLICADO EN LANGUAGE SCIENCES
Decir tacos no es sinónimo de tener un vocabulario pobre, ni de poca cultura
Al contrario de lo que pensamos, las personas que utilizan con frecuencia palabras malsonantes también cuentan con un léxico más rico e incluso tienen mayor fluidez verbal. Así lo demuestra un estudio realizado por dos psicólogos.

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Cuando nuestro interlocutor suelta por la boca varios tacos en el curso de una conversación, probablemente comencemos a desconfiar de sus habilidades comunicativas e incluso le tachemos de inculto.
Sin embargo, un estudio publicado en ‘ Language Sciences’ acaba de demostrar que los que pensamos así nos estamos dejando llevar por los prejuicios. Los autores de este trabajo, un psicólogo de la Universidad de Massachusetts y otro de la Marist College, se dispusieron a comprobar si la supuesta pobreza de vocabulario de los apasionados a las palabras malsonantes era cierta.
Para ello, pidieron a 43 participantes en su investigación, de entre 18 y 22 años, que dijeran todas las palabrotas que se les vinieran a la cabeza en 60 segundos. Después, tuvieron recitar en el mismo tiempo los nombres de animales que conocieran. Además, se evaluó la fluidez de su lenguaje con otras pruebas.
Los resultados del estudio desmienten los tópicos: las personas que más términos soeces enunciaron no eran las que tenía un vocabulario más pobre. Al contrario de lo que cabía esperar, aquellos oradores que sabían más tacos eran precisamente los que conocían más vocablos de otros ámbitos y tenían mayor fluidez verbal.
Eso sí, te desaconsejamos comenzar a utilizar palabrotas frecuentemente a partir de ahora. Que no sean un signo de incultura no significa que estén socialmente aceptadas. Al menos de momento.
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