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La ciencia detrás de las canicas que tu vecino parece dejar caer por las noches
Es tarde, estás en la cama a oscuras y en completo silencio cuando el niño de los vecinos de arriba deja caer una canica al suelo. O eso es lo que crees... aunque no haya niño ni canicas ¿Qué sucede en realidad?

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Esa canica imaginaria rebota varias veces, al principio son botes grandes que se van haciendo más pequeños progresivamente hasta que finalmente la canica se para.
Este sonido metálico repetitivo lo oímos todos, incluso cuando no hay niños ni canicas, incluso aunque en el piso de arriba no viva nadie. Y eso es porque aunque el sonido nos parezca inconfundible en realidad no lo produce una canica al caer.
El sonido se produce en las cañerías y es debido a un curioso efecto, conocido como pulso de Zhukowski o golpe de ariete.
Este pulso se genera cuando se cierra bruscamente un grifo al final de una cañería haciendo frenar al agua. Lo que ocurre cuando esto sucede es que el agua trata de continuar su camino y se comprime generando una sobrepresión
La presión que tenía el agua en un principio se ve modificada aumentando en unas zonas y disminuyendo en otras, y es el movimiento ondulatorio de esas variaciones el que produce este ruido tan característico.
Estos golpes no tienen ninguna importancia en casa, pero en las conducciones más grandes, como las que vienen de los pantanos hasta las ciudades, se generan presiones altísimas que pueden llegar a romper la tubería. Es por esto que existen mecanismos para evitar el golpe de ariete que consisten básicamente en añadir a las válvulas una tubería en vertical como escapatoria para el agua -y las 'canicas'-.
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