El primer capítulo de la tercera temporada nos lleva hasta un nuevo escenario, la prisión. No es casualidad que se trate de un centro penitenciario rodeado de caminantes. Una cárcel es un lugar en el que no tienes libertad, del que quieres escapar. Para los protagonistas de 'The Walking Dead' representa justo lo contrario, es el lugar del que quieren hacer su casa, su lugar seguro. 

Rick, el líder natural, ya no es el mismo. Ni lo será. Desde el principio quedó claro que de la lucha entre él y Shane sólo podía sobrevivir uno. Finalmente, el noble sheriff mató a su mejor amigo, mientras que su hijo remataba la faena tras verlo convertido en zombie. Rick sigue siendo líder, sí, pero ya no acepta de buen grado las opiniones del resto. "Esto no es una democracia", dijo en el último capítulo de la segunda temporada.

Lori y Rick tampoco son el matrimonio unido y cómplice del principio. Ahora son casi dos desconocidos incapaces de mirarse. El cadáver de Shane es demasiado pesado. El triángulo amoroso permanece, aunque uno de sus miembros esté muerto. Pero por encima de Lori y Rick está el bebé, a punto de nacer. La cárcel parece un buen refugio para traer una nueva vida en medio de tanto muerto viviente. 

Hay dos grandes nuevos personajes de esta temporada, el primero en aparecer es Michonne, enigmática, silenciosa, agresiva. Poco o nada se sabe de la nueva compañera de Andrea. Eso sí, es lo suficientemente fuerte como para desdentar y mutilar a dos zombies y tenerlos de mascota. Ella y Andrea forman una peculiar pareja que ha sido capaz de sobrevivir y que dará mucho juego en los próximos capítulos. 

El final del episodio nos deja a Hershel mordido por un walker y Rick le amputa la pierna sin pensárselo dos veces. Es justo ahí cuando sabemos que en la prisión no sólo hay zombies, sino también un grupo de presos que no querrán marcharse así como así. 

Lo mejor del capítulo: la escena en la que Rick amputa la pierna de Hershel demuestra el excelente nivel técnico de 'The Walking Dead' en cuanto a efectos especiales. Que Carl haya evolucionado de una forma tan interesante.