"Cumpliré con mi responsabilidad, mi conciencia, mi partido y mi país". Por si fuera poco, los papeles del temido Bárcenas arrojan sospechas sobre su persona: "Como presidente del Gobierno, solamente percibía la retribución que me correspondía en calidad de presidente del Gobierno".

El caso Gürtel, Bárcenas, sobresueldos, supuestos escándalos que ponen en entredicho la gestión del político como dirigente de un país. Un claro ataque, con una respuesta por parte del partido que podría no contentar al expresidente, que "está convencido de que la persona que eligió como sucesor no le está defendiendo", según afirma la periodista Lucía Méndez.

¿Podría estar Aznar dando un toque de atención a su sucesor, al dirigente de su partido, a Mariano Rajoy? Los desencuentros entre presidente y expresidente salían a la luz en el año 2008, tras las segundas elecciones perdidas por Mariano Rajoy. Aznar saluda efusivamente a los dirigentes del partido, pero para el candidato, sólo tiene un apretón de manos, y un consejo: "No hemos venido ni a empatar ni a heredar, hemos venido a ganar".

Pero más allá de una discrepancia personal, José María Aznar podría estar preparando el cambio. No comparte las medidas tomadas por su partido para afrontar la crisis. ¿Una alternativa? "Hay que ofrecer a los españoles un horizonte de esperanza, hace falta bajas los impuestos".

Un eslogan respaldado por alguno de los miembros más carismáticos del partido, como Esperanza Aguirre. Cada vez son más las voces que desoyen la unidad de partido, como José Antonio Monago o Ignacio González.

¿Podría Aznar, encabezar una rebelión interna entre sus filas? Por el momento, el descontento entre sus filas es patente. Se llama al orden: "Las añoranzas melancólicas me las dejo para otro día", afirma Montoro. Advertencia, amenaza o declaración de guerra. Distintas teorías pero una misma pregunta: ¿por qué ahora?