Menos de dos metros separarán a Iñaki Urdangarín del juez Castro. A su derecha tendrá a la acusación, a su izquierda a su abogado y presidiendo su comparecencia la foto de su suegro, el Rey Juan Carlos.

La primera diferencia con respecto al año pasado es que esta vez todas sus palabras quedarán registradas por la cámara de seguridad de la sala y otra diferencia es que, según algunas fuentes, esta vez el duque de Palma no dormirá en Marivent junto a su esposa.

Si hace un año recorría los 30 metros y se paraba a hablar con la prensa, no sabemos si el sábado volverá a hacerlo. Solo está la certeza de que al juez le dijo que él no era quien tomaba las decisiones en el Instituo Nòos.

Urdangarín se enfrenta a acusaciones más graves respaldadas con las pruebas de su exsocio, Diego Torres, que también salpican a la infanta Cristina y al Rey.

Pero la cosa no queda ahí, porque Zarzuela sigue marcando distancias con el marido de la infanta y si en 2011 le apartaron de la agenda oficial, desde hace un mes ya ni aparece en la web de la Casa Real.

Tampoco aparece en la calle que tenía su nombre, ya que fue retirado a petición ciudadana, dejando claro que el duque es persona 'non grata' en Palma.