La petrolera Shell ha conseguido el permiso de Estados Unidos para perforar las costas de Alaska, en el Ártico, un paraíso virgen que regula el clima de todo el planeta; pero, también una reserva de petróleo y gas.

La ONG medioambiental, Greenpeace sostiene que si el jefe de Estado, Barack Obama, le permite a una multinacional perforar ese lugar, este le estaría abriendo la puerta a que el resto de las empresas también lo hagan.

"Para los Estados Unidos el Ártico es un campo abierto para que las empresas se lucren y para que a otras empresas se le abran la posibilidad de perforar otros lugares", ha dicho la organización que defiende el medio ambiente.

Los riesgos que existen en perforar la zona, son extremadamente elevados, así han revelado los informes que posee la organización medioambiental que pronostican la producción de vertidos en un 75 por ciento.