Cuando Jaume  era Jaime, las cosas eran muy diferentes. Como ministro de Medio Ambiente, sus problemas eran otros, por aquel entonces, lo suyo eran los árboles y las vacaciones las pasaba entre amigos y raquetas de pádel pero el verano de 2014, pinta mucho más sombrío.

Solo faltaba la comunicación oficial de la denegación del indulto. Una vez hecha, el siguiente paso es  entrar en prisión, algo que creyó que nunca pasaría.

“Hoy la noticia la hemos recibido como una liberación” decía Matas en la rueda de prensa que dio cuando el Supremo redujo su pena de seis y medio años a nueve meses. Lo normal habría sido que, con una condena inferior a dos años no hubiera pisado la cárcel pero la Audiencia de Palma decidió que sí.

Jaume Matas ha intentado evitar pisar la cárcel por todos los medios. Primero pidió cambiar la pena por una multa de 12.000 euros pero le fue concedido. Después, retrasó todo el proceso pidiendo un indulto que también le ha sido denegado y ahora, tras toda la burocracia, ya no hay más retrasos posibles y Jaume Matas entrará en prisión.