Estados Unidos interceptó en España, entre diciembre de 2012 y enero de 2013, más de 60 millones de llamadas. Es decir, una media de 1,3 llamadas por cada habitante de nuestro país, superior a la de otros como Francia o Italia.

Existen mapas estadounidenses que reflejan la importancia del espionaje en diferentes países. Según el periodista del diario El Mundo, Germán Aranda, España figura por detrás de otras potencias europeas como Alemania y Francia, con un nivel de vigilancia de nivel medio.

Aranda afirma que "Estados Unidos trabaja por seguridad, contra el terrorismo", pero "aprovechan el pretexto para ir más allá". "Estados Unidos no necesita una excusa para espiar, sino que intenta conseguir el máximo de datos posibles del máximo de personas", sentencia.

A ojos de la NSA, hay 21 áreas temáticas que se pueden espiar. Es difícil abarcarlas todas. Los objetivos de la política exterior, el comercio de armas o los programas nucleares son sectores convencionales del espionaje americano. Además, se han añadido otros más actuales como la capacidad de desarrollar ciberataques, la seguirdad de los productos alimenticios, las amenazas al sistema financiero o los derechos humanos.

La credibilidad de Obama y su liderazgo están en juego. Los líderes europeos han reiterado que, de confirmarse las prácticas de espionaje, se puede dañar la colaboración con Estados Unidos. ¿Estaría dispuesto Obama a ordenar el cese del espionaje?