Catar es un minúsculo país que cuesta encontrar en el mapa, eso sí tan rico que da miedo. Su extensión es de sólo 11.400 km cuadrados, para que se hagan una idea: tan grande como la Región de Murcia. Tiene 1,4 millones de habitantes y sólo 800.000 son residentes, el resto son inmigrantes.

Hay quien lo ha definido como "el diminuto estado que compró el mundo". Y es que ya no queda nada de ese país que era un protectorado británico dedicado a la pesca y la caza de perlas. En 1940 se descubrió petróleo, y ahora producen 800.000 barriles al día.

El otro pilar de su economía es el gas. Tienen la 3ª reserva más importante del mundo, tan sólo por detrás de Rusia e Irán. Estamos hablando de una de las mayores economías del mundo, un país donde el lujo se encuentra en cada esquina. Tienen el mayor PIB per cápita, el salario medio son 60.000 euros al año mientras que en España es de 22.700. Su tasa de paro es realmente envidiable: no llega al 0.4%.

En su contra decir que superan temperaturas de 50 grados y que es un país musulmán tradicional donde las normas de vestir son firmes: las mujeres, aunque sean occidentales, no pueden mostrar los hombros; ni llevar escotes o faldas cortas; tampoco se acepta el contacto físico entre hombres y mujeres aunque sean pareja.

Su incursión en el mundo deportivo tampoco pasa desapercibida: Catar es el patrocinador de las camisetas del Barcelona. Dos exjugadores madridistas juegan en la liga de Catar: Raúl González Blanco y Michel Salgado. Es dueño del club español Málaga y el francés París Sant Germain. El Máster de Qatar abre la temporada de tenis, al igual que lo hace con el Mundial de Motociclismo.