La expresión "apretarse el cinturón" ya no significa renunciar a algunas cosas. Es sacarle rendimiento a todo y si los alimentos caducan, no se tiran. Uno de cada tres consumidores come productos caducados. 

Se trata de intentar aprovechar al máximo todo lo que hay en el frigorífico. Cuando el producto ha caducado, hay quien tiene sus trucos para saber si se puede seguir consumiendo.

De tirar comida a la basura, ni hablar. Es un concepto que ha pasado a la historia en muchos hogares no se tira nada. La explicación de porqué no se deshecha tanto es sencilla, no hay para más.

La crisis ha cambiado, incluso, la manera de hacer la compra, el propósito es de ahorrar y de conseguir que los alimentos no caduquen tan pronto.

Desgraciadamente, en muchos hogares, los alimentos se han convertido en un artículo de lujo. De hecho, muchas familias aseguran que cuando ya no se pueden reducir más los gastos, porque ya los han recortado, sólo queda aprovechar al máximo lo que tienen.