Después de la burbuja inmobiliaria, muchas son las casas que quedaron a medio construir y que ahora son propiedad el banco malo. Estas viviendas serán demolidas, ya que cuesta más mantenerlas que tirarlas abajo.

Además, esas construcciones semiterminadas son un problema de seguridad para los vecinos que viven cerca. Según el Sareb, no pasará lo mismo con las viviendas abandonadas que ya estén terminadas, como ocurre con muchas de Illescas, toledo.

Estas urbanizaciones preparadas para entrar a vivir que nunca llegaron a venderse permanecerán cerradas, aunque por el momento su problema es otro, el saqueo de materiales. "Es una pena que haya tantísima vivienda vacía sin ocupar, y como la gente se mete y roba todo, están destrozadas por dentro"

Estas viviendas vacías, invadidas por la maleza, podrían ser ocupadas por gente que las necesita. Así lo piensan los vecinos, "esas viviendas que el banco prefiere tenerlas cerradas podría ponerlas en alquiler para que la gente tenga acceso a una vivienda"Esqueletos de hormigón  y casas libres, es el paisaje que nos dejó la burbuja inmobiliaria.