Las precipitaciones caídas, durante los últimos días en gran parte de la península, han mejorado considerablamente las reservas de los pantanos españoles. Las lluvias abundantes registradas en casi todo el país han aumentado en más de 1500 hectómetros cúbicos nuestra reserva hidráulica que se encuentra ya al 82, 4% de su capacidad total.

Tras varias semanas de paraguas y chubasqueros, y tras aprender a marchas forzadas cómo es una "Ciclogénesis explosiva" y cúales son sus consecuencias, tenemos cada vez más agua embalsada. Según el ministerio de Medio Ambiente, se mantiene la tendencia ascendente y actualmente hay 45.614 hm³ de agua acumulada. La cifra supone un incremento de 1.524 hm3 (el 2,8% del total)  respecto a los niveles de la semana anterior.

Pese a que las lluvias han mojado gran parte del país, si estudiamos las reserva de agua por zonas, podemos ver claramente cómo los embalses del norte son los que realemente pueden presumir estos días. En las cuencas de toda la costa cantábrica encontramos valores que rondan el 90%, e incluso en cuencas internas del país vasco, los Pantanos se encuetran al 100% de su capacidad. Así que algunos tienen que abrir estos días sus compuertas para desembalsar parte del excedente.

Los principales cauces españoles, es decir, los del Duero, el Tajo, el Ebro no se quedan lejos y acumulan datos que rondan el 80%, mientras que en el Levante español encontramos pantanos llenos hasta la mitad. Es la otra cara de la información, la de "La otra España" en lo meteorológico.

En valencia, la falta de precipitaciones desde verano empieza a ser alarmante en once comarcas, en donde buena parte de los pozos de riego se encuentran bajo mínimos. La sequedad de la tierra está originando graves daños en los cultivos y el monte sobrevive a duras penas convertido en un peligroso polvorín. Así, mientras media España disfruta de reservas de agua más que suficientes, en el Levante, la palabra "sequía" comineza a amenazar a los agricultores.

Desde principios de septiembre, los pluviómentros de la Comunitat ha registrado menos precipitaciones que los de zonas tan secas como Lanzarote o Fuerteventura, e incluso los expertos señalan que "Tenemos que irnos al norte del desierto del Sáhara para encontrar valores inferiores". Los cálidos vientos de poniente y las elevadas temperaturas de la zona, dejan a este punto del mediterráneo desprotegido frente al periodo más seco desde que existen registros, en 1863.

Una preocupación que va más alla de la falta de agua. Con los montes tan secos, los agentes forestales temen, incluso, la aparición de incendios. Quizá por eso, las escasas lluvias no han conseguido calmar los ánimos de agricultores, ganaderos y agentes medioambientales de la zona.