Pensó que se trataba de una broma. Dos clientes desconocidos le ofrecieron la posibilidad de convertirse en modelo de una firma de ropa de lujo. Moisés Saavedra tiene 40 años y se gana la vida vendiendo pañuelos de bar en bar.

Ha saltado a las portadas de los periódicos y no para de recibir felicitaciones. Pero Moisés quiere dejar claro una cosa. Esto le ha servido para comprobar el cariño que le tienen en el barrio y para ganar apenas 500 euros. Su situación económica sigue siendo muy delicada.

Sin trabajo ni él ni su mujer y con diez hijos nada es fácil. Moisés vive en el barrio desde pequeño y seguirá vendiendo pañuelos por su barrio. De momento es la única forma que tiene de sacar adelante a su familia. Ser modelo por un día es para él sólo una anécdota.