El cantaor Rafael Amargo se enfrenta a nueve años de prisión que pide la Fiscalía por un delito de tráfico de drogas persistente por lo que fue detenido en diciembre de 2020. Según las investigaciones Amargo, junto a su productor Eduardo de los Santos, vendía sustancias estupefacientes desde su piso ubicado en el barrio madrileño de Malasaña con el fin de conseguir dinero para producir su obra 'Yerma'.

Es cierto, no obstante, que en el domicilio del artista los agentes no encontraron grandes cantidades durante el registro. Cuestión que el abogado Marcos García Montes, defensa de Amargo, utilizará en el juicio puesto que alegará que su cliente es drogodependiente y que las sustancias que se encontraron en su domicilio serían para el consumo propio,

En concreto, García Montes ha asegurado este lunes ante los medios que trabajan en aportar "pruebas que demuestran que tenía problemas de dependencias". En esta línea, ha explicado que el artista "está siendo tratado en el centro penitenciario de Soto del Real como drogodependiente" lo que ayudaría a "acreditar un consumo severo de diferentes productos".

Sobre el estado de Amargo, en prisión provisional por dejar de ir a firmar al juzgado desde el pasado mes de diciembre, García Montes ha contado que "está perfectamente bien y tranquilo", aunque admite que "esperaba estar en libertad". No obstante, el letrado cree "el asunto va a ir bien".