Jaime Caballero, abogado de Rafael Amargo, nos concede una entrevista horas antes de sentarse ante el juez. El letrado defiende que su cliente "evidentemente no se dedica al menudeo, ni al tráfico, ni a la venta, ni mucho menos es un narcotraficante como se ha querido vender".

"Para él, esto tiene que ser súper desagradable porque es una persona que lo ha tenido todo y, de repente, se encuentra bailando en un restaurante, con unas personas que se le aproximan; se vio acosado y reaccionó mal (...), lo que provocó que golpease la cámara y allí se produjo la reyerta", señala el letrado, a lo que añade que su cliente "se encuentra en una situación crítica personal y profesionalmente".