Obviando la evidencia de que en España hay dos vallas que nos separan de Marruecos para persuadir la entrada de inmigrantes, puede que delante de un micrófono Mariano Rajoy se muestre partidario de mejorar la situación en zonas de conflicto o países subdesarrollados, pero si nos fijamos en las decisiones que ha tomado durante sus años de Gobierno, vemos que los datos hablan de otra cosa.

Si atendemos a los Presupuestos Generales del Estado consolidados y miramos el gasto en el programa de Cooperación para el Desarrollo, el desplome es más que evidente.

Cuando Rajoy llegó, el expresidente Rodríguez Zapatero había dejado ese programa (143A) en los 1.978 millones de euros. En sus primeros presupuestos cayó un 65,4 % hasta los 684 millones. Y los últimos datos de 2016 muestran que estábamos todavía peor: se destinaron 518 millones de euros. En los 5 años de Gobierno de Mariano Rajoy el programa para la Cooperación para el Desarrollo ha caído en total un 73,8 % respecto a los niveles de 2011.

Este programa es considerado en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación como “una de las principales obligaciones del Estado dentro de su acción exterior”. Situando el objetivo del programa en “mejorar la calidad de vida en todos los aspectos de los países más desfavorecidos, con el fin de erradicar la pobreza y crear un mundo más igualitario”. Nos hemos puesto en contacto con Oxfam Intermón y aseguran que el programa de ayuda a la cooperación "se ha desmantelado o aniquilado".

Un informe de 2016 de la OCDE analizaba la situación de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de España en los últimos años (la Cooperación para el Desarrollo es otra parte más de este programa que engloba a varios ministerios). En ese documento se hablaba de que "en 2014 la AOD española ascendió a 1.879 millones de dólares, el 0,13 % de la Renta Nacional Bruta". Un porcentaje que se alejaba del compromiso internacional de inversión adquirido por España (0,7 % de la RNB), y que "no había sido tan bajo desde 1988".

Por lo tanto, los datos reflejan que cuando el presidente Rajoy dice que lleva “muchos años defendiendo una política de inmigración actuando en el origen”, es FALSO.