El periodista gallego se encuentra frente al edifico ocupado de Salt donde conviven 16 familias que están pendientes de la resolución de Estrasburgo tras haberlo ocupado. Gonzo se ha trasladado hasta allí para conocer las historias de los que conforman esta peculiar comunidad de vecinos.
Dora Barnils cuenta que es una afectada más de la hipoteca y por ello se vio obligada a ocupar un edifico abandonado. Su hijo tenía un bar e hizo tres refinanciamientos y le subió la hipoteca a 900 euros. Por suerte está trabajando.
Aziz Dalzuil es otro afectado. Lleva seis meses viviendo en el edificio. Él pagaba su alquiler pero al quedarse en paro y divorciarse de su pareja ha tenido que salir de su casa y dormir hasta en la calle. No tenía paro porque trabajaba "ilegal".
Miriam Vidal se ha vio obligada a vivir en un edificio abandonado porque compró una vivendia que abalaron sus padres. Decidieron alquilarla para poder cubrir la cuota de hipoteca. “El problema es quetengo una casa con gente viviendo para que mis padres no se queden sin casa”, comenta. Actualmente recibe una prestación que se le acaba en diciembre.
Doris Pérez es otra de las inquilinas del edificio donde lleva viviendo siete meses. Es una afectada por la hipoteca. El banco se quedó con su vivienda, perdió su trabajo y además tiene una incapacidad del 84% por una enfermedad grave visual. Vivía en casa de su hija mayor y sentía que “tenía que buscar soluciones”.