Tras entregarle la carpeta forrada con fotografías de los ídolos de su infancia (y sus primeros 'sexsymbols') y algún que otro regalo que casi hace que la artista derrame alguna que otra lagrimilla al inicio del programa, Albert Espinosa se presenta como Espi que es como le llamaban su familia y sus amigos cuando era pequeño, a Alaska. "Oye, quería saber cómo te llamaban a ti de peque", le pregunta a su invitada de hoy en El camino a casa.

"Olvido", responde ella de manera tajante. Y es que, por aquellos entonces, Alaska todavía 'no existía' y en su casa "odiaban los diminutivos". "Mi abuela, si hubiera oído que alguna vez me llamaban Olvi...", ríe la cantante, acordándose de su marido, Mario Vaquerizo. "Si hubiera oído a Mario llamarme Olvi, como lo hace, no le hubiera gustado. Creo que le hubiera puesto una cruz para siempre", bromea ¿o no?

Su nombre artístico, Alaska, procede de una canción de Lou Reed, 'Caroline Says II'. "Preciosa. Del 'Berlin'. Es preciosa", recuerda ella. La canción llegó a su vida después de Raphael, cuando ya vivía en España, después de pasar gran parte de su infancia en México, le aclara al presentador. "Tienes que pensar que hoy tenemos un camino muy complicado", le explica.

"Claro, porque tú viniste con diez años. Entonces hay una parte del camino que no podemos hacer; la parte hasta los diez años", confirma él. "Yo llego aquí con diez años y a los 12 años ya me estoy poniendo el nombre de Alaska. Estoy en los colegios, pero mi vida ya no es el colegio, ya hay otras cosas", añade la cantante.