La 'operación Púnica' ha situado al PP y al Gobierno en el punto de mira. En sólo 24 horas Mariano Rajoy ha pasado de considerar la corrupción como "algunas cosas" a pedir perdón a los españoles en nombre de su formación. En esta evolución han sido clave las propias filas del PP y también la posición de la Moncloa.
Presiones internas del PP fuerzan a Rajoy a actuar frente a la corrupción