El abogado de la acusación popular, Gonzalo Boye, considera que Cristóbal Páez ha sido cauteloso en sus declaraciones aunque sí ha dicho muchas cosas. "Dice que había donaciones y que había una caja B". Lo importante es quién hacía esas donaciones y qué obtenía a cambio.

Paéz ya habla de que en los años 80 recibió un pago en metálico del Partido Popular y firmó un recibí, en un período en el que María Dolores de Cosedal era gerente en funciones del partido.

El exgerente del PP podría haber incurrido en un delito de encubrimiento "aunque depende de las fechas y en eso ha sido muy cauteloso". Desde el punto de vista penal, destaca que se le da mucha credibilidad a Cristóbal Páez por su calidad de 'enemigo' de Bárcenas.

Sobre las declaraciones de Arenas y Cospedal, Boye explica que "fueron claves por contradictorias entre sí". "Nadie hoy en día regala dos anualidades como se le han dado al señor Páez (...) Tiene que haber una explicación y esa razón, evidentemente, es poco confesable".

Gonzalo Boye cree que esas indemnizaciones tenían un objetivo claro, "Páez se tenía que ir tranquilo y en silencio". "Es la sensación que da, y por eso hemos pedido diligencias", reitera el abogado. La acusación particular ha pedido que declaren de nuevo la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, y Cristóbal Páez.