Esta podría ser una historia cualquiera en un sitio cualquiera: gente por calle y personas sin hogar pidiendo limosna. Sin embargo, la de Greg Smith no es una historia más. Este joven estadounidense, residente en el centro de Orlando, no se imaginaba que encontraría en una 'sin techo' a una nueva amiga. Greg pasaba semanalmente por una calle en la que se encontraba Amy Joe, una mujer sin hogar. Junto a ella, otras personas en su misma situación suplicaban a los viandantes por algo de dinero.

Sin embargo, Greg fijó su atención en Amy y es que esta a diferencia de los demás nunca le pidió dinero, simplemente se limitaba a saludarle y desearle al joven que tuviese un buen día: "Uso traje para ir a trabajar así que me piden dinero bastante seguido, pero nunca Amy Joe", explica Greg.

No fue lo único que sorprendió al joven. Greg invitó a la mujer a almorzar, así tendría tiempo para charlar con ella y que le pudiese contar su historia. El joven quedó maravillado con la positividad de Amy "a pesar de que no tiene nada". Pero la cosa no queda ahí. Amy confesó al joven su problema: no sabía leer. La mujer le relató a Greg lo difícil que le resultaba encontrar un trabajo sin saber leer, por lo que el dinero que conseguía en la calle lo estaba invirtiendo en libros que le ayudaran con la lectura, y así quizás algún día conseguir un trabajo.

Greg quedó conmovido con la historia de Amy y no dudó ni un segundo en que tenía que hacer algo al respecto: "Yo fui bendecido con dos padres increíbles y una familia que siempre tuvo los recursos para proveerme con todo lo que quise. Amy no. Así que ahora Amy y yo no sólo nos sentamos a almorzar, le estoy enseñando a leer. Cojo un libro a la semana, lo leemos juntos los martes y ella practica por su cuenta el resto de la semana".

La historia fue compartida por la página de Facebook 'Love What Matters' y ya ha conmovido a miles de personas. Greg Smith quiere animar a que su historia sirva de ejemplo y se repita con aquellos que más lo necesitan: "Ayudar a alguien puede ser tan fácil como saludar o sonreír". Seguro que ahí fuera hay más historias como la de Amy esperando a su Greg, ¿te animas?