Ir al dentista da el mismo miedo pero es mucho más asequible para las familias. Por sólo 3 euros, odontólogos madrileños ofrecen sus servicios a los más pequeños de la Cañada Real, una de las zonas más deprimidas de la capital. “Atienden muy bien a los niños y es algo que podemos pagar”, cuenta una de las madres que lleva a sus hijos a la clínica solidaria.
La falta de cuidado y de una buena dieta hace imprescindible un tratamiento urgente que, muchas veces, no está cubierto por la Seguridad Social. “La patología que tienen los niños muy pequeños con dientes de leche no se trata en la Seguridad Social de forma gratuita”, afirma Julia Sánchez, voluntaria del Colegio de Odontólogos de Madrid.
Otra clínica solidaria ha pasado de trabajar en África a atender a sus vecinos de Barcelona. Christian Vargas, fundador de ‘Dentistas sobre ruedas’, dice que “después de muchos años trabajando fuera, vimos que la necesidad ahora está en casa”. Las visitas no acaban y el requisito es recibir menos de 700 euros en ayudas.
Gracias a la labor de los voluntarios pueden acceder a servicios hasta ahora impensables por tan sólo 6 euros. El resto se paga en tiempo. “Ofrecer su trabajo para compensar ese valor”, señala Christian. Así, con imaginación ayudan a saltar las barreras que también aquí en España impiden a muchos tener una buena salud bucodental.