Shamugan, un hombre de 57 años, lleva tejiendo desde los 16. Kamana lleva 47 años entre telares y Adhimulan, es feliz por ser dueño de su propio trabajo.

Son parte de los 20 millones de artesanos que viven de la manufactura en India. Pero gracias al IOU project cobran por su trabajo el doble que si lo hicieran para una gran firma de moda.

Una diseñadora india afincada en España ha ideado un proyecto para conectar al consumidor con el artesano, poner cara a las prendas que compramos. Cada prenda es única porque está hecha a mano. Le da un valor más allá del económico.

Un proyecto que además elimina intermediarios. Se vende en la tienda de Madrid y online en más de 38 países. Una forma de humanizar la moda y respetar el medio ambiente y los derechos de los trabajadores.

Gracias a un código QR en las etiquetas el cliente puede conocer a la persona que tejió esa prensa en India o la confeccionó en Italia, Portugal o Japón.

Escaneando el código ves la persona que ha tejido la prensa en la India, quien la confeccionó y quien lo ha comprado.

Un consumo de calidad, donde vemos cómo se recoge la materia prima, cómo se tiñe, se teje y se prepara para confeccionar una prenda única y de calidad.

Una cadena que ha provocado historias entrañables como la de una inglesa que viajó a India para conocer a la persona que tejió una camisa que compró por internet.