Los agentes han trasladado a los juzgados de Fontiñas una de las cajas negras del tren siniestrado. En su interior guarda datos claves para la investigación y que permitirá al juez reconstruir los últimos minutos antes del accidente.
Las cajas negras son un sistema de registro de información relevante sobre la circulación del tren, diseñadas para soportar condiciones extremas, tanto físicas como ambientales.Tiene capacidad de registro de voz de media hora y una capacidad de registro de datos de varios viajes, lo equivalente a 30 días o 20.000 kilómetros.
Así lo explica Antonio Carrasco Miguel, el director de postventa de la única empresa especializada en cajas negras de España, SEPSA-Albatros
De acuerdo con él, la caja “almacena las distintas señales que nos vienen del tren: no procesamos ninguna señal y no las interpretamos. Registramos velocidad, estados de setas de emergencia, presión de los cilindros de freno, de las tuberías de freno, de los distintos estados del ASFA o del ERTMS".
Además, asegura que la actividad del maquinista es monitoreada en todo momento durante el itinerario del tren. "Nuestros registradores están dotados de un dispositivo que denominamos 'de hombre muerto' cuyo objetivo fundamental es verificar el estado en el que se encuentra el conductor del vehículo.Le sometemos a una supervisión a espacios temporales en el que simplemente chequeamos que está activo".
Gracias a un sistema de grabación se mostrará las conversaciones que mantuvo Garzón con Control. Datos que permitirán saber cuánto tiempo permaneció despistado. Según algunos medios el tren estuvo fuera de control entre tres y siete kilómetros, un dato que también queda registrado en las cajas negras.
Gracias a la información que estos dispositivos, quedaron registradas las llamadas telefónicas que el maquinista atendió minutos antes de descarrilar. Garzón tenía dos móviles el particular, en el que está demostrado no lo usó, y el coorporativo que aún no se ha localizado.