Más de un centenar de familias se manifiestan este sábado en el barrio madrileño de La Ventilla para evitar que les dejen sin casa. El pasado agosto la Comunidad de Madrid vendió 3.000 viviendas protegidas al fondo americano Goldman Sachs, con las que ahora se está especulando. La empresa quiere vendérselas a los vecinos, que hasta ahora permanecián en régimen de alquiler, a precios desorbitados y, si no aceptan las condiciones, en un mes se quedarán en la calle.

Un ejemplo es el de Rosario, que vive en una casa que ya no es suya. En 2007 la Comunidad le concedió el piso en protección oficial, pero desde hace unos meses su casero ha cambiado. Goldman Sachs, un fondo que está detrás del comienzo de la crisis económica y que ahora amenaza con dejar a la familia de Rosario sin un techo. Sólo tiene una manera de quedarse: comprar la casa. Y para ello, le han dado 60 días para conseguir 150.000 euros.

Lo curioso es que la Comunidad de Madrid vendió estas casas a la empresa americana a un precio de ganga, 67.000 euros. Mucha diferencia con los 150.000 euros que tendrán que desembolsar los vecinos. Vaya, un negocio redondo. Ni la propia Goldman Sachs niega el 'pelotazo' que pretenden dar: el negocio es el negocio, pero en este caso lo hacen con patrimonio público. Un proyecto que empezó como social, destinado a familias con escasos recursos, y del que los buitres no han dejado ni los huesos.