Los rastreos se mantienen desde el lunes sin éxito. Algunas personas le vieron agarrado a una boya por última vez. Trataba de no hundirse en medio del fuerte oleaje, pero para cuando los servicios de emergencias llegaron a la playa, el bañista ya no estaba.
Esa tarde había ondeado la bandera amarilla, pero el hombre se metió en el agua fuera del horario, cuando el socorrista ya se había ido. "Si nosotros vemos que la marea está muy mal lo que hacemos es sacar a la gente" explica Manuel Dávila, socorrista.
En solo dos días, tres personas han muerto en Tenerife y Gran Canaria por imprudencias como bañarse con bandera roja o en una zona sin vigilancia. En Cantabria el chapuzón nocturno de tres jóvenes ha acabado con la vida de una chica de 17 años, fue arrastrada por la corriente y no pudo salir.
Koldo Larrazabal, coordinador Cruz Roja Bizkaia, indica que "el incumplimiento de las normas por parte de algunos bañistas, también no pone en riesgo".
En la playa de Valdoviño, en A Coruña, ondea la bandera roja. Y desde el puesto de socorro, no pierden detalle. Dicen que su trabajo se basa en prevenir situaciones de riesgo. "En general la gente respeta las banderas, salvo los extranjeros, que igual no saben muy bien el significado" indica Bernardo Máiz, socorrista.
Por desconocimiento o por imprudencia, uno de cada tres ahogados en nuestras costas, son bañistas extranjeros.