Morirse en España no está al alcance de todos los bolsillos, ya que ha vuelto a convertirse por segundo año consecutivo en el segundo país de la Unión Europea donde es más caro pasar a mejor vida.

Todo a raíz de la subida del IVA del 8 al 21% impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy en el año 2012. "En términos de un entierro medio, son entre unos 700 y 800 euros de IVA. Me parece algo muy excesivo porque es prácticamente el sueldo de una persona al mes", afirma Jesús Lendoiro, gerente de Tanatorios Lendoiro.

En torno a 500 euros más pagan ahora las personas que pierden a un difunto por esta subida de impuestos. El sector funerario critica esta subida que también ha supuesto para ellos un descenso importante en sus ingresos. "Aquí lo notamos en un 15% menos de facturación".

En una jornada como la de este sábado en la que la gente visita los cementerios para recordar a sus difuntos, al menos pueden consolarse con que recordar no sale caro.