La residencia en la que han muerto ocho ancianos estaba funcionando sin permiso de apertura. Había deficiencias de mantenimiento e higiénico-sanitarias. Nunca se subsanaron y, por eso, en 2012, se les dio un ultimátum. "Se les da un año para subsanar la situación, luego un mes y se procede a la retirada del informe", así lo ha explicado María Victoria Broto, consejera de Ciudadanía y Derechos sociales. 

Sin embargo, la residencia 'Santa fe' seguía ofreciendo sus servicios a casi 20 ancianos. De ellos, ocho fallecieron intoxicados. La Guardia Civil ha ido al lugar de los hechos a por pistas, quiere saber si una de las residentes, con antecedentes psiquiátricos, podría estar detrás del terrible suceso.

"Se consideró, por parte de los familiares y facultativos que convenía que fuera vista por servicios psiquiátricos porque tenía algunos antecedentes", ha dicho Sebastián Celaye, consejero de Sanidad de Aragón. Muchos de los ancianos se vieron afectados por el humo tóxico y uno de ellos se encuentra grave, aunque evoluciona favorablemente.