“Tenemos a su hijo su vida vale dinero”. Todo empieza con una llamada. El supuesto secuestrador utiliza un número oculto y pide un rescate para liberar a su víctima.

“Llamaron a casa de mi abuela, estaba allí mi madre, cogió el teléfono y recibió una amenaza diciendo que habían secuestrado a su hijo y su vida valía dinero", cuenta Emilio, víctima de un secuestro virtual. En su caso su vida valía 5.000 euros y los secuestradores querían cobrar el dinero rápido por lo que pedían que el pago se realizara través de una empresa de envío de dinero.

Los padres de Emilio sospecharon y acudieron a la Policía.“Yo estaba con el teléfono sin cobertura y estuvieron una hora más o menos sin saber nada de mí por lo que saltaron todas las alarmas", cuenta Emilio.

En realidad el caso de Emilio era una estafa. Los timadores suelen elegir números al azar, pero si logran encontrar por Internet a quien pertenece el teléfono, buscan en las redes sociales información para que la farsa sea más creíble.

“Llaman y preguntan a los padres: '¿Cuánto dinero podrías conseguir hoy, para evitar que a tu hijo le cortemos los dedos de la mano?' Eso es una frase que a cualquier padre le bloquea y es capaz de decir yo pago lo que sea”,  informa Alberto Carba, jefe de sección de secuestros y extorsiones de la Policía Nacional.

Es lo que le pasó a Danuska De La Cueva, víctima de un intento de secuestro simulado: “Suena el teléfono lo cojo y oigo a un niño que dice:¡Me han raptado, mama ayúdame me tienen con los ojos tapados!. Mi hijo tiene 12 años y estoy segura de que es él”. Danuska descubrió el engaño cuando llamó a su marido con el que estaba el pequeño. Por eso ante situaciones de este tipo lo mejor es denunciar. La Policía ya está trabajando con la Interpol para averiguar el origen de estas llamadas.