Más de 500.000 chinos son portadores del virus del SIDA, tal y como apunta el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre VIH y Sida (ONUSIDA). Tras este anuncio, una universidad de China ha comenzado a vender test de diagnósticos del virus VIH en máquinas expendedoras, lo que ha creado una gran polémica en el país.
La iniciativa ha sido promovida por la Asociación China para la Prevención del VIH y las Enfermedades de Transmisión Sexual después del aumento de casos en adolescentes chinos para intentar crear conciencia y prevenir que se produzcan más casos. Aunque se ha producido un aumento de casos, la incidencia del VIH es relativamente baja en un país tan poblado.
Lo que realmente preocupa es la falta de concienciación entre grupos de riesgo como los jóvenes y por todo ello la Universidad Petrolera del Suroeste en Nantong decidió comenzar a difundir los test para una mayor prevención.
El problema es que la iniciativa ha creado un gran revuelo después de que se comenzaran a difundir imágenes de las máquinas expendedoras por redes sociales. La polémica se ha producido no sólo por la venta de este producto, si no por el bajo precio que se venden a unos 30 yuanes, lo que equivale a 4 euros, diez veces menos que el precio original. Además, los críticos explican que no es la forma adecuada de prevenir la enfermedad.