18 personas están acusadas de copiar y difundir un vídeo erótico de una vecina de Ordes. La víctima se había grabado varios videos sexuales que guardaba en su ordenador y que después borró.

En junio de 2004 lo llevó a reparar a una tienda de informática y aquí empezó su calvario. El empleado de la tienda encontró los vídeos que seguían en el disco duro, presuntamente los copió y comenzó difundirlos entre amigos. Lo ha negado todo.

Sin que la víctima supiese nada su vídeo comenzó a circular entre amigos, vecinos y desconocidos. La acusación aseguró que se realizaron incluso proyecciones en grupo, en un pub de la zona y en este local de protección civil.

Presuntamente se proyectó en varias ocasiones. Llegó un momento en el que casi toda la población de Ordes conocía la existencia del vídeo sexual. Aseguran que se llegó incluso a vender por cinco euros en la piscina de la localidad, uno de los acusados ha asegurado que le dijeron que la víctima necesitaba dinero.

El video terminó en una página web pornográfica de contenido abierto. Han pasado 10 años desde entonces y la mujer todavía sigue en tratamiento psicológico. Los 18 acusados se enfrentan a entre ocho y cinco años de cárcel por descubrimiento y revelación de secretos.