Alejandro Rodríguez Portillo ha declarado que se reunió con el párroco de la iglesia de San Eutropio de Paradas, quien le dijo que "si fuese científico o médico" sabría lo que le "pasa por la cabeza", lo que entendió como "un ataque con muy buenas palabras, pero ataque al fin y al cabo".
El joven, que es católico practicante, había acudido con su pareja al despacho del cura para coordinar todo lo referente al bautizo de su sobrina, nacida hace dos meses y medio. Durante la reunión, el sacerdote le dijo, según relata el joven, que sabía que no le iba a gustar o quizás no llegase a entenderlo, pero que no podía ser padrino de la niña por su orientación sexual.
Añade que también le dijo que "los homosexuales que viven en pareja y públicamente manifiestan su amor no tienen el derecho de apadrinar a un ser querido bajo el sacramento del bautismo".
El párroco se habría referido a fotos en las redes sociales en las que el joven aparece junto a su pareja, a lo que Rodríguez Portillo ha señalado que él publica fotos "como cualquier otra persona hace, con su pareja o con quien le apetezca".
Por su parte, el párroco, Francisco Javier Aranda, en unas declaraciones que recoge el digital Arahal Información, asegura que la prohibición "no es una cuestión de homofobia, sino de moral".
También indica que "cuando uno expresa una conversación de este tipo no se pone todo por falta de memoria o por malas interpretaciones". "Estuve media hora hablando con él y después le abracé. Tenía la necesidad de abrazarle", incidió.