Beatriz es una superviviente de cáncer de páncreas, ya han pasado dos años, pero recuerda todavía el momento más duro de la enfermedad. "Te lo dicen y piensas que vas a morir, te preguntas qué va a ser de tu familia", explica. Poco a poco fue conociendo este tipo de cáncer que le ha dejado graves secuelas: "No tengo cabeza de páncreas, me quitaron una parte de estómago, no tengo duodeno, no tengo vesícula..."

El color amarillento de su piel puso en alerta a los médicos, que sospecharon de la existencia de un cáncer. Una suerte con la que no se topan la mayoría de pacientes. Alfredo Carrato, jefe de Oncología del Hospital Ramón y Cajal destaca que "los pacientes en muchas ocasiones llevan meses tratándose de una lumbalgia, les hacen rehabilitación, resonancias... y al final se les diagnostica el cáncer de páncreas".

Desde la Asociación contra el Cáncer de Páncreas aseguran que esta enfermedad no sería tan letal si se diagnosticara a tiempo. Por ello piden un protocolo de actuación para los médicos de atención primaria. Natacha Bolaños, del Grupo Español de Pacientes con Cáncer, sostiene que  están "convencidos de la importancia de involucrar al equipo médico como aliado fundamental en el reconocimiento de síntomas para avanzar en el diagnóstico precoz".

El 13 de noviembre es el día mundial del cáncer de páncreas. Desde las asociaciones piden más medios para investigar y evitar así las casi 6.000 muertes que se producen al año como consecuencia de la enfermedad.