Un niño de 11 años, a quien su madre había recogido junto a su hermano de diez años del centro de menores tutelados en el que reside, fingió que necesitaba ir al servicio de una gasolinera para advertir a un empleado de que la mujer conducía bajo los efectos del alcohol, según informan los Mossos d'Esquadra.
Los hechos tuvieron lugar el 27 de febrero, sobre las 19:00 horas, en la localidad gerundense de Vidreres, cuando el trabajador del establecimiento fue alertado por el niño para que avisase a la policía.
Los Mossos d'Esquadra instaron a la mujer, de 46 años y nacionalidad española, a someterse a la prueba de alcoholemia y, ante su negativa y los síntomas de embriaguez, procedieron a su detención.
Los dos niños fueron devueltos al centro de tutelaje y, ahora, la Generalitat de Cataluña deberá analizar los hechos y la situación en la que queda la madre respecto a la posibilidad de disfrutar de nuevos permisos para convivir unos días con sus hijos.