Cristopher y Heather vivían a cientos de kilómetros el uno del otro por lo que nada podía presagiar que ahora vayan a vivir juntos el resto de sus días y todo fruto de la casualidad. Todo comenzó cuando el primo de Heather le contó a Cristopher que tenía un familiar que sufría cáncer y necesitaba un trasplante de hígado, tras lo cual se ofreció a ser el donante.

Así pues, Cristopher decidió entregar su hígado a Heather, por lo que concertaron un encuentro en febrero de 2015 para hablar acerca de los detalles de la operación. Sus hígados eran compatibles y poco a poco se empezó a forjar una relación que ahora les ha llevado al altar.

Todo salió bien en la operación y, además, se había comenzado a fraguar una relación muy estrecha entre los dos, por lo que la pedida de mano no tardó en llegar. Ahora, un año y medio después de haberse visto por primera vez, se han dado el 'sí quiero'.